- Suministro excesivo de colorantes: que no te engañen las apariencias los fabricantes en serie saben a ciencia cierta que el color de yema determina la calidad del huevo , es por ello que encontrarás un color más anaranjado en yemas de los huevos de producción intensiva que en los de producción ecológica.
Un color que no se supone corresponde a una saludable
alimentación de las aves de maíz de alta calidad, sino
una inclusión en los piensos( raciones) de colorantes
a menudo artificiales los cuales son perjudiciales
para nuestra salud.
- No a los fármacos: Las gallinas criadas en jaulas son inyectadas con hormonas de crecimiento, antibióticos u otros medicamentos destinados a engordarlos artificialmente o a “tapar” las enfermedades e infecciones provocadas por la pobre alimentación y las condiciones de hacinamientos e insalubridad de las granjas intensivas y esto influye notablemente en los consumidores.
- Sabor: Según diversos estudios el sabor de los huevos ecológicos es mejor, menos estándar que los industrializados.Los consumidores perciben los huevos de gallinas en libertad como de más alta calidad,mejor sabor, más auténticos y más naturales que los procedentes de gallinas en jaulas.
¿ACASO NO NOTAS LA DIFERENCIA?
- Por compasión a los animales
Aunque en nuestro habitual antropocentrismo, los seres
humanos seamos incapaces de detectarlos las gallinas
son animales muy inteligentes y sociables,que, cuando
viven en libertad desarrollo un alto espectro relaciones
sociales y conductas muy complejas.
Algunas de ellas son importantes para su bienestar y
correcto desarrollo, como la construcción de nidos, el aseo
con baños de arenas , y el subirse a las ramas de árboles.
También necesitan estirar sus alas y hacer ejercicios.
Les encanta estar al aire libre y ponerse al sol a
consecuencia de esto, experimentan un gran sufrimiento
cuando son encerradas de por vida.
- Hacinamiento e insalubridad: las gallinas criadas en jaulas pasan la mayor parte de su triste y cortas vidas junto a miles de compañeras más , (apiladas unas arriba de otras tanto así que a veces llegan hasta el mismo techo. Cada edificio puede albergar unas 200.000 gallinas e incluso más.
El desnivel de las jaulas provocará que las heces de unas
caigan sobre las otras, el amoniaco y el hedor de estas
contaminan el aire, y proliferan las infecciones y las
enfermedades, como la graves y dolorosas que el
amoniaco produce en la piel al adherirse en el plumaje.
- Oscuridad y luz artificiales : Estas gallinas ponedoras no conocen la luz del sol y tampoco disfrutan del alivio de la oscuridad reparadora , ya que disponen constantemente de una luz artificial que se encargará de estimularlas
para que pongan huevos sin cesar.
- Como resultado de este durísimo cautiverio presentan distintos cambios y lesiones graves las cuales serian :
- Pérdida de plumas
- crecimiento de uñas
- deformación de patas
- osteoporosis
- fractura de huesos
- pérdida de calcio
- fracturas óseas
- parálisis y la muerte
- Crueldad sin límites
Como en estas condiciones no tienen una vida normal y natural , lo que incluye asearse ,buscar comida , estirar las patas, etc . Esto les provoca ansiedad , stress y un continuo picoteo que las puede llevar a herirse o incluso a matarse unas a otras.
A los pocos de días de su nacimiento se les mutila el pico con una hoja de acero al rojo vivo , lo que les afecta las terminaciones nerviosas , aparte de ser una práctica dolorosa para el animal les provoca molestias, que la pérdida de esta parte fundamental les supone, su comportamiento natural ya no vuelve a ser el mismo y mueren deshidratadas y el sistema inmunitario deshecho.
- El horror de las mudas forzadas
Se deja a las gallinas sin comer ni beber durante dos semanas, a oscuras provocando que todas “cambien” de plumas a la vez, esto genera un rápido proceso en la puesta de huevos.
La muda es el comienzo de un nuevo ciclo de la puesta de huevos cuando la producción baja, y así alargan la productividad económica de estos animales.
Es un actividad muy cruel que genera una pérdida significativa de un 25% de su peso normal, de hecho el 10% de ellas mueren de hambre y deshidratación.
FOTO: gallina rescatada de una fábrica de huevos con el cuerpo destrozado por este procedimiento.
- Un final tan triste como su vida
El periodo de una gallina ponedora en estas situaciones es de 13 meses de vida , las que son consideradas “agotadas” van directo al matadero.
Después de esto sus restos se emplean en ingredientes de sopas, caldos o productos cárnicos y similares de bajo contenido en pollo, en lo que su cuerpo puede ir totalmente triturado para que el consumidor no detecte hematomas o heridas.
Los productores de este tipo de huevos han encontrado en los mataderos avícolas y en los subproductos de gallina una nueva posibilidad para deshacerse de las” gastadas” incluyendo su incorporación en el pienso (ración) para animales de otros criaderos de su tipo.
- Los pollitos machos a la trituradora
Lo primero que se hace en un granja de puesta intensiva es separar a los machos de las hembras( la mitad de los que salen del cascarón) que, por servir para la industria ponedora, terminan su existencia nada màs nacer, arrojados vivos a máquinas con cuchillas trituradoras, a la basura o a cubos con gas.Cada año mueren millones, que tras ser triturados vivos, suelen acabar convertidos en subproductos cárnicos destinados a latas de carne para mascotas.
FOTO: Pollitos machos arrojados al nacer a la basura en granja de producción intensiva.
- Y todo esto … para qué ?
El objetivo de todo ese maltrato es conseguir más dinero en menos tiempo, haciendo que las gallinas pongan un
promedio superior a 260 huevos al año ( 270 a 300)
a diferencia de los 20 que sus antepasadas de raza ponían en condiciones naturales. Es un ejemplo impresionante que nos da una idea de las manipulaciones genéticas
y ambientales que se han llevado a cabo para duplicar la producción.
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